El auge de los dispositivos conectados ha llevado la tecnología a rincones inesperados del hogar, y el cepillo de dientes no es la excepción. Lo que alguna vez fue un simple utensilio de higiene personal ha evolucionado, con algunas marcas integrando algoritmos avanzados y aplicaciones móviles para mejorar la manera en que nos cepillamos los dientes. Sin embargo, esta innovación trae consigo nuevas inquietudes sobre la privacidad de los usuarios.
Desde su aparición en 2017, los llamados «cepillos de dientes con inteligencia artificial» han ganado popularidad. Diversas marcas han comenzado a comercializar estos productos con precios elevados, pero la evidencia científica que respalde la eficacia de estos algoritmos en la salud bucal sigue siendo limitada. Más allá de su utilidad, parece que el interés de las empresas se centra en la recolección de datos a través de estos dispositivos.
Pioneros en la inteligencia artificial para el cepillado dental
Kolibree fue la primera empresa en presentar un «cepillo de dientes con inteligencia artificial». Su cepillo Ara, lanzado en el CES 2017, fue promocionado como un dispositivo que incorpora algoritmos de aprendizaje profundo para aprender los hábitos de cepillado del usuario y mejorar su precisión con el tiempo. Estos datos se procesan mediante sensores en el cepillo y se sincronizan con una aplicación a través de Bluetooth, lo que permite a los usuarios recibir consejos personalizados sobre su cepillado.
Kolibree ahora licencia su tecnología a cepillos de dientes con la marca Colgate, cuyo sistema conectado no solo ofrece información sobre el cepillado, sino que también permite a los usuarios comprar productos Colgate directamente desde la aplicación. Otras marcas, como Oral-B de Procter & Gamble (P&G), Philips y Oclean, han seguido este modelo, ofreciendo cepillos con conectividad Wi-Fi y aplicaciones complementarias que recopilan y analizan datos en tiempo real.
Cepillos de dientes inteligentes: una estrategia comercial
Las empresas de cuidado personal están explorando nuevas formas de monetizar más allá de la venta de productos tradicionales. Como señala Stéphane Bérubé, directora de marketing de la marca de belleza L’Oréal, el valor radica en ofrecer servicios en lugar de simplemente vender productos. Los cepillos de dientes con IA ejemplifican esta tendencia, utilizando las aplicaciones conectadas no solo para mejorar la experiencia del usuario, sino también para obtener un conocimiento más profundo de cómo los consumidores utilizan sus productos.
Por ejemplo, la aplicación de Oral-B no solo brinda información sobre los hábitos de cepillado, sino que también recomienda productos de P&G, aumentando las oportunidades de venta. Además, P&G ha destacado cómo la inteligencia artificial puede ayudar a mejorar el desarrollo de productos al proporcionar datos precisos y en tiempo real sobre el uso de los mismos, superando las limitaciones de métodos tradicionales como encuestas o grupos focales.
Preocupaciones de privacidad
La incorporación de tecnología en los cepillos de dientes introduce preocupaciones sobre la privacidad en un producto que históricamente no implicaba tales riesgos. Las políticas de privacidad de marcas como Colgate-Palmolive, Oral-B, Oclean y Philips establecen que las aplicaciones pueden recopilar datos personales, que podrían ser utilizados para publicidad y compartidos con terceros. Aunque los usuarios pueden optar por no compartir sus datos, es probable que muchos pasen por alto la importancia de leer estas políticas.
Además, algunas marcas recopilan datos directamente desde los cepillos, no solo desde las aplicaciones. Por ejemplo, Oral-B recoge información de los sensores de sus cepillos, lo que plantea interrogantes sobre cómo se utiliza esta información y con qué fines.
¿Beneficios reales o una moda pasajera?
Aunque muchas personas mantienen una buena higiene bucal sin necesidad de tecnología avanzada, esto no significa que estos dispositivos no puedan ofrecer beneficios reales. Un estudio reciente publicado en el Journal of Clinical Periodontology sugiere que los cepillos de dientes con IA podrían mejorar la higiene bucal al permitir un monitoreo y asesoramiento en tiempo real. Sin embargo, la investigación sobre la eficacia de estos dispositivos aún es limitada.
En última instancia, mientras que los cepillos de dientes inteligentes pueden ofrecer innovaciones útiles, los consumidores deben sopesar los beneficios potenciales frente a las posibles invasiones a su privacidad y la durabilidad de la tecnología en la que invierten.
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